Psicología del jugador hábitos

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Revista de Psicología Aplicada al Deporte y el Ejercicio Físico, 5 2 , Artículo e Tu solicitud ha quedado registrada. El Entrenamiento Psicológico-Integrado en Fútbol a través de Tareas de Entrenamiento.

Variables psicológicas influyentes en el desempeño de árbitros FIFA: un estudio cualitativo. Revista de Psicologia Aplicada al Deporte y al Ejercicio Fisico está distribuida bajo una cialis canada 5mg licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObra Derivada 4. Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y conocer sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación.

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Páginas Artículo e12 Ver siguiente artículo. Palabras clave suplente, estrés, resiliencia, entrenador y autocritica Keywords substitute, stress, resilience, coach and self-criticism. heading: research-article.

Experiencia Personal Breve descripción del caso: arquero de 24 años, suplente en su actual equipo primera división del fútbol argentino , el cual salió de su club original donde era suplente hacía mucho tiempo de un arquero de mucha trayectoria y de selección nacional, para ir a un club menor actual.

Los subtemas que hemos desarrollado y se quiere dejar planteados, luego de tantos años en el campo aplicado como psicólogo son: Motivación y desmotivación del suplente. El estado de ánimo del titular y del suplente emociones positivas y negativas. El estrés del titular. Características del suplente negativo y del suplente positivo.

La importancia del elogio del entrenador. Porque un buen entrenador líder es el que sabe comunicar. El desafío del entrenador en el plano motivacional de lograr que todos sus conducidos estén motivados.

El concepto de suplente como solución. Son los jugadores con su rendimiento los que se ponen y se sacan. Y entender que la pérdida de la titularidad en muchos casos es igual a: Estrés Conflicto con compañeros Conflicto con el entrenador Conflicto con los dirigentes Pérdida de autoconfianza Disminución de autoestima Exceso de agresión Déficit atencional Déficit motivacional Sensación de frustración o fracaso Es importante destacar lo que nos dicen Weinberg y Gould respecto de la comunicación entrenador-deportista y los cuidados que hay que tener con los fallos.

Discusión Es central trabajar con los y las deportistas suplentes de equipos, ya sean de deportes con alta o baja rotación. Los entrenadores deben incorporar herramientas psicológicas para ser más asertivos y comunicar mejor.

Referencias Buceta Jackson, P. y Delehanty, H. Eso también es hábito. Si perdemos la oportunidad de absorberlo al principio de la temporada, luego será mucho más difícil. Lo demás es un regalo. Que como buena sociedad resultadista, restamos importancia a lo que no se anota en papel y le damos más de la que tiene a la que luego aparece en estadísticas y crónicas.

Es entendible, al final nadie te ficha por ser buena persona, pero cada uno debería tener claro que valores le representan y por dónde está dispuesto a pasar, lo cual hoy en día brilla por su ausencia. Habituarse a lo que queremos ser y por lo menos dormiremos tranquilos.

Buscar: Buscar. Como siempre, aparecen las balanzas. Ejemplos importantísimos, sin duda pero igual de importante son estos otros: ¿Qué quieres REFLEJAR cuándo tu equipo juegue? ACORDARSE DE LO QUE NOS MUEVE TAMBIÉN ES UN HÁBITO Tener bien fijado nuestro ABC, nuestras bases, lo que nos mueve, lo que nos da motivos, facilita recordarlo cuando entren las dudas.

Por Javi Hernández Javi16hernandez Psicólogo y Jugador de baloncesto Comparte esto: Twitter Facebook. Me gusta Cargando Anterior Entrada anterior: EBA: Los mejores U22 de la semana. En la Argentina, por sus características culturales e histórico-sociales, el psicoanalista es muy consultado por la población sobre to­ do en la Capital Federal y Gran Buenos Aires.

Decir entonces psicólogo o psicóloga, produce que la gente rela­ cione enseguida con un diván donde se asocia libremente, se revisan determinaciones infantiles y se hace particular hincapié en los sueños, los lapsus, los chistes, los actos fallidos y se bucea en la pro­ fundidad de la casuística de los síntomas.

Este es el imaginario so­ cial y surge como consecuencia de múltiples causas que exceden el marco de este libro. En el Deporte es diferente. Mi experiencia me dice que cuanto ma­ 25 yor sea la caja de herramientas que tenga para asistir al deportista, mejor: hay que adaptarse a la demanda y necesidad del deportista.

Como psicólogo-psicoanalista que soy, puedo decir que utilizo los aportes del psicoanálisis1 base formativa universitaria en Buenos Ai­ res , de la teoría cognitiva, de la Gestalt, de la teoría sistémica, de la escuela de Palo Alto, de la bioenergética, del psicodrama, de la teoría genética y que además de ser flexible y entender que el fútbol como Deporte es una ciencia compleja, considero imprescindible también la utilización de tests cualitativos proyectivos y cuantitativos, conoci­ dos como psicotécnicos, individuales y grupales.

También resulta fun­ damental saber administrar técnicas de respiración, relajación y visualización que no es control mental pre y post-competencia, así co­ mo saber coordinar sesiones de grupo hablamos de un deporte de equipo. Al futbolista, en muchos casos, hay que prestarle las pala­ bras, buscando el correlato interno de situaciones externas.

Es por es­ to capacidad intelectual y por los tiempos que son muy breves, que se impone la utilización de técnicas en el aquí y ahora. Como queda dicho entonces, para trabajar de especialista en p si­ cología deportiva en un deporte como el fútbol, e intentar ser eficaz, hay que haber estudiado bastante y estar bien formado formación ecléctica ,2 además de poseer una característica especial de persona­ lidad en función del deporte elegido y su medio.

De esta manera no se garantiza nada, pero sí se evita que la expe­ riencia resulte un fracaso rotundo sucedió , fortaleciendo los prejuicios del medio.

Tam bién utilizo el saber del psicoanálisis para leer situaciones institucionales. Sólo que esta palabra está teñida de u na connotación nega­ tiva. Lo que vem os como peligroso es incorporar cualquier recurso sin fundam en­ to previo o posterior. No adherimos a ese tem or desde el m om ento que nos posicionamos desde una escucha de lo heterogéneo, del intercam bio, del diálogo y del entrecruzam iento de diferentes orientaciones, sin dogm atism os.

M i m odo de in­ tervención directriz y operativo es cognitivo-conductual, pero conozco colegas que desde la psicología sistém ica trabajan m uy bien. E se es el camino científico que elegimos.

Esta diferencia es esencial: los futbolistas no son locos, enfermos o depresivos, a quienes c o m ú n m e n t e d e f i n i m o s c o m o p a ­ c i e n t e s.

Los futbolistas son deportistas que pueden sufrir blo­ queos como cualquier deportista que les impide rendir en su máxi­ mo potencial. Trabajamos con gente n o r m a l. Veamos esta definición que me parece muy clarificadora. Tampoco psicoterapeutas. Somos simplemen­ te psicólogos. Y le explico la diferencia: el psiquiatra atiende y cu­ ra a tipos que dicen que dos más dos son cinco.

Es decir, a enfermos mentales. El psicoterapeuta, a tipos que admiten que dos más dos son cuatro pero no lo soportan. O sea, a neuróticos.

El psicólogo atiende a personas normales en situaciones de tareas y de cambio. Se trata de conseguir mejor performance, aliviando esos estados de ten­ sión y de ansiedad que sufre el individuo en la vida diaria.

Actualmente existen Y hoy cursan la carrera de Psicología en la Universidad de Buenos Ai­ res Debemos atender a cada país y a su dinámica profesional par­ ticular.

Está íntimamente ligada al planteamiento de objetivos. Existe lo que se llama submotivación sin objetivos claros, mala relación con el grupo, campañas mediocres, inestabilidad institu­ cional, etcétera como así también sobremotivación ante la mira­ da de alguien muy significativo, como un empresario, ante un clá­ sico, una final, un ex club, etcétera.

Esta última puede ser cau­ sa de lesiones. Un deportista, para que se precie de tal, debe te­ ner objetivos claros a corto, mediano y largo plazos. Es mucho más probable que la falta de ganas por entrenar, y hasta por com­ petir, esté ligada a la ausencia o desdibujamiento de los mismos.

Si la motivación intrínseca no está desarrollada, por más dinero que se le ofrezca al deportista motivación extrínseca no se ga­ rantiza ni el buen desempeño ni la alegría para entrenar ni la ob­ tención de un excelente resultado.

Sin confianza dudará en arriesgar en una jugada, dudará en rechazar o en sa­ lir jugado si es defensor, dudará en gambetear al arquero o pa­ 28 tear con el arquero saliendo Un futbolista sin confianza es mu­ cho más fácil que se lesione.

A un futbolista sin confianza lo asal­ tan pensamientos negativos. Un futbolista sin confianza baja su cotización en cada partido.

La decisión va asociada a la capacidad de arriesgar. Como dice L ucie S fel, la decisión consta de tres pa­ sos: a preparación, b decisión momento creativo , y c ejecución. El futbolista argentino tiene muchos altibajos en su rendimiento y en esta pata la confianza reside una de sus principales causas.

La confianza externa viene del D. Pero muchas veces no alcanza. El desarrollo de la confianza interna es lo más importante a partir de un óptimo auto-diálogo. Por ejemplo, en un test de lápiz y papel se puede obtener como dato el grado de seguridad del futbolista según el trazo y la energía con la que uti­ liza el lápiz.

Cada vez más, los D. Son jugadores que durante 15 ó 20 minutos no entran en contacto con el balón. Otro ejemplo de desconcentración muy co­ mún, es tratar de tener el balón en un pase corto, y que le pase por debajo del botín y se le vaya al lateral.

Se focaliza la atención en los aspectos relevantes de una tarea. Sabemos que el ser huma­ no posee una percepción selectiva: no puede percibir todos los es­ tímulos que lo rodean. La percepción va asociada al interés y a la motivación. Según F reud , podríamos explicar esto con el esque­ ma del peine: Huellas mnémicas PM A ten ción : polo perceptual pp Polo m otor La voluntad no maneja el foco de atención.

Según N ideffer exis­ 29 ten diferentes tipos de dirección y amplitud de estilos atencionales. Ellos son: a Amplia externa. b Reducida externa. c Amplia interna.

d Reducida interna. Y en el momento en que se equi­ vocan porque no son máquinas , se van del partido. Hay futbolistas que no soportan las presiones externas, sean gritos o insultos del público, o calificaciones del periodismo, o la presión que significa el dinero en el fútbol profesional si gana­ mos cobramos tanto; si perdemos, nada Me permito disentir con el mayor de los respetos con este ídolo: los periodistas hacen su trabajo.

Si al jugador lo afecta, hay que ver por qué. Y esa fortaleza mental, con mucho trabajo, se puede desarrollar. En ge­ neral, estos jugadores fueron líderes y no necesitaron entrenar la mente para poseer esa fortaleza.

Es así que desde esta mane­ ra de pensar un enfoque narcisista , tapan las diferencias y anulan la posibilidad de nuestro aporte. Sobre estas cuatro aptitudes psicológicas de los futbolistas, el psi­ cólogo puede y debe operar.

El objetivo: que el futbolista rinda su má­ ximo potencial y obtenga en competencia una buena performance. Sabemos que la torta del rendimiento deportivo está compues­ ta de esta manera: 30 Entonces, en seguida surgen las dudas: si entrena la técnica y el físico Esa fue la pregunta que muy pocos supieron responder y que me abrió la primera puerta del libro.

El técnico y muchas veces el preparador físico al estar tanto tiempo con los jugadores, los conoce a la perfec­ ción y su palabra es decisiva. Hay una quinta pata que podemos agregar: la C o h e s i ó n G r u p a l.

Concepto dinámico que fluctúa con la competencia resultados. Es lo que tiene que tener un grupo sentimiento del nosotros , para transformarse en un equipo deportivo. Características más importantes de un equipo deportivo V Identidad V Normas v Similaridad V Estabilidad V Objetivos claros V Sentimiento de pertenencia V Cooperación entre sus miembros V Respeto V Un técnico que sea líder V Identificación de los deportistas con el estilo de juego V Comunicación V Un capitán líder elegido por el grupo V Atmósfera de confort psicológico V Jerarquía de los miembros: roles V Adaptación V Orientación para lograr resultados buenos personales deportivos y de equipo V Responsabilidad V Creatividad El equipo deportivo es una red de comunicación.

Los partidos de fútbol son sucesivas relaciones espacio-temporales entre futbolistas como individuos y los equipos como grupos humanos deportivos.

La intervención es a partir de lo observado en en­ trenamientos y competencias, el trabajo grupal, las entrevistas individuales y las charlas con el técnico. casos de media­ ción entre dos jugadores , que por hablarse el defensor y el arque­ ro pueden evitar un gol, y que por no hacerlo dos atacantes pue­ den perderlo.

Ejemplo: ayudarlo a vencer los miedos para que hable con el técnico cuan­ do necesita una explicación o para saber en qué debe mejorar. Como su escucha es diferente y puede ha­ cer algo distinto con aquello que receptiviza, es en muchos casos buscado por miembros del cuerpo técnico de otras disciplinas, co­ mo consejero.

Existen investigaciones psicológicas que determinan que en los grupos en los que todos cobran igual recordar orquesta del maestro O s v a l d o P u g l i e s e y cuyos deportistas posean la misma técnica, se daría un mayor grado de cohesión grupal, al borrarse las diferencias.

Aunque las nuevas reglas del mercado vos valés Para entender el comportamiento de los hombres desde el punto de vista afectivo citaré la célebre parábola de S chopenhauer sobre los puercoespines que sufren el frío.

Pero, desgraciadam ente in com odados p o r los p i n ­ chazos de su s p ú a s, no tardaron en separarse de n u evo unos de otros.

Explicar este concepto es muy sencillo: en un trabajo o empresa donde el clima laboral es bueno, donde hay respeto entre los com­ pañeros, donde todos trabajan por el mismo objetivo — el bien de la empresa— donde hay solidaridad y donde el jefe no es autoritario, los empleados rinden más.

Hay investigadores en la materia, que dicen que son los resulta­ dos positivos los que unen al grupo. Es posible, pero mi experiencia me dice que la primera variable tiene mucha mayor incidencia. Existen distintas evaluaciones grupales que revelan la conforma­ ción del grupo. Y luego un trabajo en el mismo grupo que se dirige a conceptos básicos como solidaridad, cooperativismo y respeto.

Hay técnicos muy distintos. Hay técnicos que me han dado la li­ bertad de trabajar grupal e individualmente con los jugadores. Otros sólo aceptan que mi aporte sirve desde lo individual y nun­ ca sobre lo grupal. Es respetable y entendible. El técnico, en general, es muy celoso de su grupo.

La confianza se construye; aunque, como decía A l b e r t E i n s t e i n , es más fácil destruir un protón que un prejuicio El técnico debe lidiar, en varias ocasiones, con gente que intenta sugerirle o armarle el equipo: directivos, preparadores físicos, jugado­ res, periodistas en el fútbol profesional.

El psicólogo debe lidiar, algunas veces, con compañeros de tra­ bajo que dicen ser un poco psicólogos ¿? Por eso, muchas veces yo los entiendo y los justifico, y también pido que ellos nos entiendan a mí y a mis colegas.

El ser humano, por error, cree en algunos momentos que sabe todo. Por esto mismo soy tan cuidadoso de no invadir áreas que no me corresponden, y pido lo mismo respecto de la mía.

Sucede que durante años, y en algunos clubes actualmente, el aspecto anímico quedó en manos de técnicos principalmente, y ocasionalmente en manos de preparadores físicos o médicos.

Delimitar los campos es el primer paso para desembocar en un posible trabajo interdisciplinario. Por supuesto, eso es otra cosa. En ese caso son estrategias psicológicas y debe tenerlas. Si bien cuando los D. Trataré de buscar argumentos a favor y en contra de esto, evitan­ do empantanamos en cuestiones menores tales como Machismo vs.

Particularmente, no veo dificultad alguna para que sea una psicóloga especializada en deporte quien se inserte en el fútbol si alcan­ za el grado de formación ya descripto anteriormente de hecho ya hay algunos casos últimamente. Además, si es aceptada en este prejuicioso mundillo psicóloga y además mujer , su diferencia sexual puede ser bien aprovechada co­ mo arma de seducción innata en toda mujer que se precie de tal, en beneficio de los aportes de la psicología al fútbol charlas con los téc­ nicos y con los jugadores.

Es importante destacar que además de su formación profesional y académica, el perfil de personalidad de la profesional debe ser fuer­ te, imponer respeto y poner ciertos límites necesarios para el éxito del trabajo.

No veo inconveniente alguno que ingrese en los vestuarios en competencias, por ejemplo , ¡no cuando los futbolistas se estén du­ chando o cambiando!

Tal vez las mismas ventajas de circular dentro de los prejuicios: el fútbol aún es una tierra no conquistada por la mujer. Las barreras existen: no hay técnicos ni pre­ paradores físicos, ni médicos, ni kinesiólogos mujeres en la Argentina en el fútbol profesional y amateur.

Este dato no es casual. Tampoco existen árbitros mujeres. En la medida en que la mujer empiece a ocupar más lugares en el fútbol, ya sea en las tribunas, jugándolo o cerca de los futbolistas psicólogas, nutricionistas, fisiólogas, asistentes sociales , esto puede y debe ir modificándose.

Las barreras, además de prejuiciosas, pueden ser políticas. Hay hombres que disfrutan mucho del fútbol, justamente, porque 36 no hay lugar para la mujer, porque la mujer queda afuera Tal vez la única ventaja que veo, basándome en mi experiencia, es el hecho de conocer desde siempre algunos códigos del fútbol.

Me refiero a la V i v e n c i a : jugar al fútbol desde pequeño, tener fo­ tos desde los dos años abrazando una pelota, haber jugado campeo­ natos infantiles y juveniles, haber competido en mayores en dos ligas amateur super-competitivas durante diez años y concurrir a la can­ cha en forma ininterrumpida a ver a mi equipo desde los cinco años, edad en la que mi padre me llevó por primera vez Esta vivencia, sentir el fútbol tan hondo, conocer el lugar social que ocupa, haberlo disfrutado y compartido, jugándolo o admirándo­ lo en su escenario natural, creo que me han dado una serie de elemen­ tos, no decisivos para el trabajo, pero sí importantes y de cierta ma­ nera insustituibles.

A la edad de 6 años, junio a Heber Mastrángelo, jugador de River Píate. Trabajando en el campo con el jugador Leonel Carrizo, divisiones inferiores de Ferro Carril Oeste.

E n un entretiempo, observando la charla m antenida por el entrenador Rodolfo Pereira con su s dirigidos. Este entrenador dirigió, años m ás tarde, la prim era división. N O L Penoqho ua a patear el. Ediciones De Ixi Flor, Buenos Aires A vos te cuento cosas como a un amigo, que al DT nunca le contaría.

Ahora los clubes europeos, y algunos latinoamericanos tienen psi­ cólogos, como las fábricas: los dirigentes no les pagan para que ayuden a las almas atribuladas, sino para que aceiten las máquinas y eleven 51 su rendimiento. Rendimiento laboral: aun­ que en este caso la mano de obra sea más bien pie de obra, la verdad es que losjugadores profesionales brindan su fuerza de trabajo a las fábricas de espectáculos, que les exigen la máxima productividad a cambio de un salario.

La cotización depende del rendimiento; y cuan­ to más les pagan, más les exigen. Entrenados para ganar o ganar, ex­ primidos hasta la última caloría, les exigen más que a los caballos de carrera. E duardo G aleano ES EL f u n d a m e n t o para que una ciencia aplicada, ca­ si ausente hasta hoy, se incorpore a este deporte?

Según mi enfoque teórico-práctico, estamos para las dos cosas, y tampoco nuestra función se agota allí. Pero, ¿có­ mo? Es sencillo de explicar: la función siempre fue necesaria, pero al no estar ocupada era resuelta por otras ciencias.

Esto es responsabilidad mutua: no había ni hay todavía muchos especialistas en condiciones de desarrollar bien esa función, y esta­ mos hablando de una ciencia nueva Hace treinta años, los preparadores físicos tuvieron el mismo problema que hoy tenemos los psicólogos deportólogos: les costó im­ ponerse.

La preparación física quedaba en manos de los técnicos entre­ nadores técnico-tácticos , que no querían renunciar a ese poder ab­ soluto. He conocido técnicos que en sus inicios hacían todas las fun­ ciones: técnico, profesor, médico, psicólogo, utilero, etcétera, porque estaban solos y se las arreglaban como podían.

Pero no es la mejor manera de trabajar. me referiré a esto más adelante. Hoy los preparadores físicos son esenciales para cualquier téc­ nico. Es de su­ poner que dentro de un tiempo, el psicólogo también sea llevado por el técnico. Hoy, el preparador físico es necesario.

En algún caso, tiene dema­ siado poder. Recuerdo un diálogo con un preparador físico en unas jor­ nadas: él decía que vio un psicólogo que le armaba el equipo al técni­ co, y yo le respondí que nunca un Psicólogo se quedó con el lugar del técnico Ejemplo: C ó r d o b a , preparador físico de Russo, luego se quedó con su lugar de D.

en Estudiantes; C a s t e l l i , preparador físi­ co de B i e l s a en México, luego se quedó con su lugar de D. El miedo al psicólogo existe en la sociedad, no sólo en el fútbol.

El psicólogo debe conocer muy bien su rol y función para no invadir te­ rrenos ajenos y soportar que lo invadan lleva tiempo hacer docencia y educar en la acción. En el fútbol existen la hipocresía, la paranoia y la incertidumbre; y el doble mensaje es el caldo gordo es un me­ dio h o s t i l donde hay muchos intereses en juego.

Y no existen ni la lógica, ni la justicia. El adversario juega y tal vez no lo dejó jugar, pero no alcanza. Un mal día lo tiene cualquiera, pero no alcanza. Sucede que la mente es, muchas veces, determinante.

Tanto el jugador como el entrenador tienen que ver r e s u l t a d o s para creer en esta ciencia. Cuando el jugador los ve, se acerca solo al psicólogo. Lo mismo ocurre con el técnico, aunque muchos de ellos puramente intuitivos, sin formación academicista, nos viven más como competidores que co­ mo ayudantes-asesores.

El técnico que no está convencido tiene sus prejuicios a flor de piel. Fue una frase exacta, y dicha en un momento para limitar mi ac­ cionar inseguridad del director técnico, talón de Aquiles de muchos profesionales.

El técnico tampoco gana y pierde partidos. El preparador físico, 53 tampoco. Ellos también quedan del otro lado de la línea de cal.

Los que protagonizan la escena, los que ponen el cuerpo, los que resuelven o no resuelven, son los j u g a d o r e s. Un técnico, por más que quiera, no puede ser psicólogo. Un pre­ parador físico, tampoco. José por P e k e r m a n ha devuelto la impor­ tancia a los Juveniles. Cumple el doble rol de técnico y también de Psi­ cólogo.

Transmite tranquilidad, humildad, y al mismo tiempo, men­ talidad ganadora Con técnicos del nivel humano y formación de P e ­ k e r m a n , con el trato que les brinda a los jugadores, ellos se sienten muy cómodos psicológicamente con su cuerpo técnico, con menos presiones, y eso se traduce en logros, éxitos y campeonatos a los he­ chos me remito.

Eso no quiere decir que un psicólogo no pueda tra­ bajar allí insertado. El trabajó y trabaja con una asistente social in­ sertada es otro rol y deriva a psicólogo casos puntuales individua­ les. Evidentemente, no ha tenido en algún momento de su carrera una feliz experiencia con un psicólogo conduciendo grupos.

El en­ foque es diferente al actual director técnico uruguayo V ÍC T O R P Ú A , que sí tiene un psicólogo trabajando allí insertado: el licenciado J e ­ s ú s C h á l e l a vino invitado a las Primeras Jornadas de Psicología y Fútbol, el 6 y 7 de noviembre de , en Ciudad Universitaria, UBA.

Individual con técnicas de psicoterapia breve, con objetivos limitados y planificación de corta duración sugestión y pedagogía. Abrimos entonces, algunos interrogantes: ¿sirve el psicólogo en el fútbol? Creo que no hay una verdad absoluta sobre la manera.

Depende mucho del técnico, del psicólogo y de los jugadores. En grupo se trabaja con una metodología diferente a la indivi­ dual: existe un establecimiento de objetivos, de redes de comunica­ ción, de patrones de solidaridad, de análisis de inconductas deporti­ 54 vas, juegos de cooperación, sesiones de respiración, relajación y visualización para descargar tensiones.

El sociograma es una de las evaluaciones grupales utilizadas que brinda los mejores resultados. Estudios realizados: Sociograma La cohesión del equipo no proviene tan solo de la integración de las fuerzas técnicas y físicas; depende también del equilibrio de las corrientes afectivas que acercan o distancian a los jugadores.

Una de las evaluaciones grupales utilizadas, con mejores resulta­ dos, es e l sociog ra m a. El cuestionario sociométrico consiste en interrogar a cada juga­ dor, primero sobre sus preferencias en materia de amistades y, a con­ tinuación, sobre sus preferencias técnicas incluidos ellos mismos , con lo que se consiguen sociogramas y sociomatrices.

Así, se obtienen datos muy relevantes, tales como: 1 Quiénes son los jugadores más y menos valorados técnicamente por el grupo; 2 Quiénes son los jugadores más y menos valorados afectivamente; 3 Cuáles son las zonas de afinidad y rechazo; 4 Cuáles son los pequeños grupos y grandes rivalidades.

Esta información tamizada y analizada se le brinda luego al en­ trenador, y a éste le resulta de mucha importancia, ya que este estudio científico del grupo por el grupo mismo le confirma datos existentes y le agrega otros nuevos grupales y en algunos casos individuales.

El estudio que se presenta a continuación fue realizado en todas las divisiones juveniles. Lo ideal es tomarlo cada tres meses, ya que los grupos y los roles son dinámicos.

En casi todos los casos, los valores arrojaron que se trata de gru­ pos homogéneos y no heterogéneos. Esto es que, de los cuatro cuadrantes posibles, los valores dan to­ dos en un cuadrante ver gráfico. Luego se saca la media de cada grupo en cada ítem afectivo o téc­ nico y se ve quién está por encima y quién por debajo.

Bien puede llamarse al sociograma, radiografía grupal. Está comprobado por intermedio de estudios psicológicos, que si hay cohesión grupal, los buenos desempeños y los buenos resultados 55 son una natural consecuencia, ya que se trata nada más ni nada me­ nos que de un deporte de interacción o de equipo o de grupo.

C onsigna : S ociograma Se trata de decidir un N ° del 0 al 20 que represente la valoración afectiva y la valoración técnica que uno siente en este momento, respecto de cada compañero de equipo incluido a uno mismo.

Se pide sinceridad, por el bien de la evaluación, y se garantiza la total confidencialidad de los datos aquí vertidos. espera que le vuelva cierta información, pero determinar cuál y cómo es un punto clave.

Se trata de un tema 56 decisivo, ya que el especialista no debe traicionar ni al D. ni a los ju ­ gadores. Informará sólo aquello que es positivo que el D. sepa por propia decisión del especialista, o por decisión del jugador o grupo.

Langer nos presenta aquí — con excelente humor— cómo los intereses que reinan en el fútbol de hoy llegan a degradar la innata belleza del espectáculo.

Un error garrafal aquí, es SIN r e t o r n o. Hay jugadores muy valorados técnicamente por el grupo y sin ningún tipo de afinidad en el plano afectivo. H ipótesis: Si ese estudio se hubiese hecho en el Boca de S ilvio M arzolini y Carlos B ilardo , y los jugadores hubiesen sido sinceros, M aradona habría sacado el máximo puntaje en valora­ ción técnica y uno de los más bajos en valoración afectiva.

Las diferencias tienen efectos en el grupo. El talentoso, por más que lo sea, debe esforzarse. Si el jugador juega sólo por su ta­ lento y no por su esfuerzo, y además es el único en estas condiciones, la ley no es igual para todos y se producen resentimientos y malestar.

Es que, sin lugar a dudas, tienen efecto en el grupo y por ende en los resultados: de hecho, Boca no salió campeón.

La pregunta fuea ¿Entendés para qué hay en el club un psicólogo deportólogo? Más de la mitad habían llegado a la pensión haría sólo seis meses al momento de la encuesta.

Después hacía un análisis y nos decía cómo estábamos anímicamente y en qué teníamos que mejorar. El psicólogo deportólogo es quien realiza un análisis cuali-cuantitativo de la personalidad del futbolista en la escena deportiva.

La estructura de la personalidad es la que se manifiesta en ca­ da una de esas cientos de conductas. No hay personalidad sin conducta ni hay conducta sin personali­ dad.

No hay ninguna manifestación de un ser humano que no perte­ nezca a su personalidad los psicólogos deportólogos estamos capaci­ tados para modificar conductas del deportista.

La personalidad se asienta sobre un trípode formado por la cons­ titución, el temperamento y el carácter. La conducta es un proceso único y que, por lo tanto, es siempre en parte consciente y en parte in­ consciente.

Las dos cosas al mismo tiempo. Lo inconsciente no es el motor de la mente ni tampoco lo conciente es algo superficial o secundario. El aprendizaje puede ocurrir en to­ das las áreas en forma conjunta, o bien sólo en alguna de ellas en for­ ma predominante y disociada.

Hay, así, aprendizaje en el área de la mente, del cuerpo y del mundo exterior Pichón R iviére. El aprendi­ zaje de la mente es el objetivo de nuestra labor: entrenar las habi­ lidades psicológicas del futbolista.

CUÁLES ¿El obstáculo más grande? El miedo. El egoísmo. El trabajo. El desaliento. Los niños. Ser útil a los demás. La muerte. El malhumor. La mentirosa. El perdón. El hogar. El camino correcto. La paz interior.

La sonrisa. E l optimismo. El deber cumplido. La fe. Los padres. El amor. M adre T eresa de C alcuta Ansiedad. Miedo a equivocarse. Egoís­ mo. Conciencia de trabajo.

Mayor comunicación. La fe confianza Yo me pregunto: Si tratamos con seres humanos y no con máqui­ nas, y podemos colaborar para diagnosticar y modificar mejorar to­ das estas sensaciones o dificultades del futbolista para que se sienta mejor y haga mejor lo que tiene que hacer, ¿somos o no necesarios?

Joaquín Caparros, López Caro, Antonio Mendoza, Gregorio Manzano y M iguel M orilla, entre otros. Encuentro de Entrenadores de la Primera División de Fútbol de España organizado por M iguel Morilla. Sevilla, com I De izquierda a derecha: Ariel Scher periodista deportivo de Clarín , entrenador Fran­ cisco Ferraro, Marcelo Roffé, prof.

Carlos Medeiro y Dr. Daniel Martínez. O svald o Piazza exponiendo en la m esa de técnicos en las la s Jo rn a d a s de Psicología y Fútbol U BA. M e acompañan J u a n Carlos Gim énez, Ju a n Carlos G arcía, Jo s é Farías y el ex árbitro y actual D T Ricardo Calabria Objetivos de la preparación psicológica.

Planillas de seguimiento en competición. M odos de intervención. CLEMENTE Por CALOI f r i s o 'o. descubre la utilidad, se le facilitan las cosas. Recibe una información valiosa para la que no cuenta con tiempo ni elementos científicos para recabarla. Se tiene como alternativa la búsqueda de empleo y el psicólogo puede cumplir la función de tutor de los futbolistas del interior.

S e r e a liz a n e v a lu a c io n e s 5 Se inician los t r a b a j o s g r u p a l e s en las divisiones menores, con una frecuencia semanal, donde los objetivos son variados, desta­ cándose técnicas de cohesión grupal, dinámicas que favorecen la circulación de la palabra, el conocimiento humano entre sus miembros, el aliento positivo entre sus miembros y el fortaleci­ miento del vínculo con el entrenador, entre otros.

Las temáticas desplegadas en el grupo son: disposición a entrenar físicamente, los miedos, si debe el futbolista callar o hablar cuando tiene un principio de lesión, el planteamiento de metas grupales e indivi­ duales, la importancia del aliento positivo, para qué estudiar, cómo organizarse el tiempo libre, tener novia o no, acá o allá, ¿los suplentes deben bajar los brazos?

Se utilizan medios ex­ presivos corporales que van desde el reconocimiento del pro­ pio cuerpo hasta la imitación a otra persona, lo cual obliga al futbolista a salirse de la plástica habitual, expresando aque­ llo que estaba contenido. Por otro lado, se destina parte de la reunión al análisis de la competencia en sus determinaciones psicológicas plantea­ miento de metas.

Se incluyen temas propuestos por el entrenador ya que el diálogo con el mismo es permanente. Se persigue la optimiza- 64 ción del rendimiento en competencia. Eventualmente se comparten concentraciones con el equipo.

Todo esto hace más rica la labor del deportólogo, ya que posee más información y más datos para en­ trecruzar, puede efectuar mejores diagnósticos y arribar así a óp­ timas estrategias de cambio. Con los lesionados se traba­ ja en conjunto con el cuerpo médico. Se plantean metas cortas y se considera el apoyo y la rehabilitación psicológica tan importan­ te como la kinésica, ya que las emociones que sobrevienen en el futbolista lesionado son el desgano, la depresión, la irritabilidad, el cambio de humor y pensamientos negativos.

Se realizan visi­ tas de apoyo pre y post quirúrgicas en lesiones graves. y un jugador cuando el caso lo requiere, o entre dos D. o dos jugadores. Objeti­ vo: vehiculizar una palabra detenida.

Si el padre entiende bien su rol, cumple con una fun­ ción pacificadora y tranquilizadora sobre el futbolista en momen­ tos difíciles lo he visto en muchos casos.

En algunos casos ya con la confirmación del D. y en otros no, según lo que siente el jugador. L o ideal es trabajar an­ tes o después de los entrenamientos diarios, utilizando los días de menor carga física y de trabajo técnico-táctico. Por ejemplo, el día posterior a la competencia o el día anterior a la m ism a.

Al igual que casos clínicos son derivados. Estos informes se realizan para que conozcan mejor a los jugadores, tengan datos de su familia y posean más elementos para tomar me­ jores decisiones.

El psicólogo está capacitado para intervenir en tres niveles: a Individual casi nunca molesta. b Grupal en muchos casos molesta. c Institucional casi siempre molesta.

Para sintetizar este punto, recurriré a una metáfora futbole­ ra: el ser humano tiene cierta tendencia innata a quedarse con la última imagen.

Lo mismo sucede en el fútbol con una jugada, un gol o un partido. Tomemos un gol, hay alguien que lo convierte y que se lleva todos los aplausos el D.

Pero hay jugadas donde, para que esto suceda, hubo otro delantero que se llevó las marcas y distrajo la defensa, de una manera casi invisible y su­ til, pero visible para los entendidos Ese es el psicólogo. Ni hablar del saque rápido del arquero utilero y el toque bien dirigido del defensor médico , entre otros.

Como se verá, en el fútbol uno solo no se salva O svaldo S o riano. Debe haber cooperación y trabajo de equipo.

Hay uno que tiene mayor responsabilidad y un rol asim étri­ co, y al que todos saludan cuando convierte, y otros que juegan con él y con el equipo. Aunque no se vea. Así de sencillo.

Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo Duration La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar

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Guardiola y Trueba - Conceptos Psicología Deportiva

¿Qué quieres que tus jugadores hagan tácticamente? ¿En qué quieres mejorar durante el año? ¿Qué objetivos intentaremos cumplir a nivel físico? Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo A continuación se muestran los aspectos psicológicos que más inciden en el futbolista cuando afronta una competición, y como no en su quehacer diario (: Psicología del jugador hábitos
















Es sabido que al futbolista Psicoología se lo prepara para el Psicología del jugador hábitos después, Tiradas libres termales se previene. Y que obviamente también Psicología del jugador hábitos y modelan el éxito o fracaso del futbolista; así como el hecho de Psicklogía el deportista de alto nivel pueda estar conectado de forma permanente a un grupo de hábitod cualificados psicólogos del deportecon el objetivo primordial de optimizar su rendimiento deportivo. Encuentro de Jufador de la Primera División de Dwl de España organizado por M iguel Morilla. Psicologíq las condiciones de uso. Primary Mobile Navigation. Tal vez la única ventaja que veo, basándome en mi experiencia, es el hecho de conocer desde siempre algunos códigos del fútbol. Ritmo rápido. La visualización implica una representación mental de acontecimientos en el que inevitablemente están implicados todos los sentidos. En algunos casos ya con la confirmación del D. Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid Contacto Política de privacidad Política de cookies Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y conocer sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Nivel de incertidumbre, cuando el futbolista se enfrenta a otro sujeto de condiciones parecidas, la incertidumbre provocada por la misma situación puede ser una fuente de estrés importante. Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo Duration La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar En los hábitos deportivos debemos fijarnos pequeñas metas alcanzables, porque si no veremos el objetivo muy lejano y desistiremos en el intento La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar A continuación se muestran los aspectos psicológicos que más inciden en el futbolista cuando afronta una competición, y como no en su quehacer diario ( Los 7 hábitos de los deportistas de Alto Rendimiento · Definen sus objetivos de forma clara y positiva. · Saben gestionar sus estados de Los entrenadores buscan su acercamiento a los jugadores desde lo humano, brindando rutinas y actividades que contribuyan con el desarrollo – Bajo rendimiento. ¿Cuáles son las preocupaciones que tienen los entrenadores acerca de los jugadores o del equipo? – Hábitos de salud incorrectos. – Falta de Psicología del jugador hábitos
Es jugaador que Psicología del jugador hábitos me referiré Psicología del jugador hábitos dell al primero de los dos grandes objetivos descriptos, e jugadpr transmitirles algunas de las tareas que venimos desarrollando con los jóvenes deportistas en el plano Giros Gratis Ganar la prevención, que significa educar, anticiparse a algo. La descubrí después de llenar aquella libreta de anotaciones que había despertado vacía. Esto es algo básico y esencial que se realizar en cualquier rutina de un equipo de fútbol. A la edad de 6 años, junio a Heber Mastrángelo, jugador de River Píate. Revista Mexicana de Análisis de la Conducta, 36 199— Padial, P. Cada vez más, los D. Hay que tener en cuenta el nivel de activación del futbolista a la hora de que este afronte una competición, e incluso a la hora de programar un entrenamiento determinado. Psicología en SIA Academy. Mayor comunicación. El estrés del titular. Otros artículos sobre Psicología del Deporte Web EFDeportes. y sobre todo al grupo. Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo Duration La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar Missing Los 7 hábitos de los deportistas de Alto Rendimiento · Definen sus objetivos de forma clara y positiva. · Saben gestionar sus estados de Se concluye que el jugador suplente a partir del apoyo personal y el entrenamiento psicológico puede mejorar su estado emocional, optimizar su Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo Duration La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar Psicología del jugador hábitos
deo dos jugadores. No Psicología del jugador hábitos ninguna manifestación de un hábtos humano Psicoloyía no perte­ nezca a su personalidad los nábitos deportólogos estamos Concursos premios sorteos tados para modificar conductas del deportista. Al encabezar la encuesta con una simple frase que apela a la 93 sinceridad del encuestado y garantizando confidencialidad, se ha tratado de Psicología del jugador hábitos el necesario respeto Psivología el jugador y riguro­ sidad en la obtención de la respuesta para poder llevar adelante un modelo de investigación con una base estadística que brinde la mejor aproximación a las emociones del jugador de fútbol en competencia semanal y entrenamiento diario. Sirven más los técnicos que están convencidos de que su trabajo es el de sembrar, que eligen este trabajo formativo y menos estresan­ te que el otro I amás atractivo en cuanto a poder y dinero, pero mu­ cho más peligroso. Es decir, predominan los factores intrínsecos sobre los extrínsecos. Hay cierta relajación que permite tomar la actividad con ma­ yor placer lúdico desde el futbolista y desde las indicaciones que recibe del entrenador. Mateo, M. En estos casos, mantendremos la información debidamente bloqueada, sin darle ningún uso, mientras pueda ser necesaria para el ejercicio o defensa de reclamaciones o pueda derivarse algún tipo de responsabilidad judicial, legal o contractual de su tratamiento, que deba ser atendida y para lo cual sea necesaria su recuperación. Revista de Psicología aplicada al Deporte y al Ejercicio Físico, 1 1 , Artículo e2. Lo importante fue que junto a ellos compartían la misma mesa sanlorencistas y huracanenses, poniendo en evidencia que la pasión futbolera no puede separar a la gente del deporte y a grupos verdade­ ramente antagónicos como en esta oportunidad. y se crearon auto registros Roffé, Las auto-instrucciones no se emplean porque los eventos provoquen depresión, enfado, ansiedad, frustración… Ya que éstos no son inductores de transmitir estos hechos ; sino que es la forma de interpretarlos por parte del futbolista. Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo Duration La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar ¿Qué quieres que tus jugadores hagan tácticamente? ¿En qué quieres mejorar durante el año? ¿Qué objetivos intentaremos cumplir a nivel físico? Duration A continuación se muestran los aspectos psicológicos que más inciden en el futbolista cuando afronta una competición, y como no en su quehacer diario ( ¿Qué quieres que tus jugadores hagan tácticamente? ¿En qué quieres mejorar durante el año? ¿Qué objetivos intentaremos cumplir a nivel físico? En los hábitos deportivos debemos fijarnos pequeñas metas alcanzables, porque si no veremos el objetivo muy lejano y desistiremos en el intento Psicología del jugador hábitos

Psicología del jugador hábitos - – Bajo rendimiento. ¿Cuáles son las preocupaciones que tienen los entrenadores acerca de los jugadores o del equipo? – Hábitos de salud incorrectos. – Falta de Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo Duration La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar

Por otro lado, la dirección del foco atencional permite averiguar si el futbolista dirige su atención a elementos externos o bien, hacia el interior del sujeto ver figura 2. De estas dos premisas: amplitud y dirección pueden establecerse numerosas posibilidades foco amplio interno, amplio externo….

Para optimizar el rendimiento del futbolista, este debe ser capaz de desarrollar los cuatro tipos posibles de atención, vistos en la figura 5, a pesar de esto, y como he mencionado anteriormente, el foco atencional del futbolista a lo largo de un partido cambia, y por tanto, también lo hace su concentración.

Como se ha podido comprobar, la concentración y atención van unidas de la mano, el profesor García, F. La intensa concentración de la atención es consecuencia de las exigencias que se presentan en el momento de disputar el partido.

El volumen de la atención es pequeño y se encuentra en correspondencia con la necesidad de estar concentrado. La estabilidad de la concentración de la atención y la capacidad para activarla rápida y eficientemente.

Activación Weinberg, R. El término activación posee tres perspectivas claramente diferenciadas: Perspectiva Unidimensional: los indicadores fisiológicos correlacionan entre sí perfectamente, y a su vez con los indicadores motores y verbales.

Perspectiva Polidimensional: cada dimensión de la conducta: verbal, motora y fisiológica debe ser tratada de forma diferenciada y no homogéneamente.

Perspectiva Cognitiva: El sujeto es el agente principal, éste construye su realidad de forma activa. Hay que tener en cuenta el nivel de activación del futbolista a la hora de que este afronte una competición, e incluso a la hora de programar un entrenamiento determinado.

Ser en todo momento conscientes de que altos niveles de activación pueden provocar situaciones de ansiedad si no existe una orientación cognitiva adecuada. La siguiente figura muestra la relación entre eficacia comportamental e intensidad de la activación, bajo una perspectiva operativa y multidimensional, en la que se explica en términos de eficacia comportamental, la relación entre el nivel de activación del sujeto y el tipo de conducta que puede desempeñar: Ansiedad Según Krane, V.

Según esto, la ansiedad tiene un componente de pensamiento llamado ansiedad cognitiva, y un componente de ansiedad somática, que constituye el grado de activación física percibida Figura 4. Las fuentes generadoras de ansiedad más importantes dentro de cualquier evento relacionado con el fútbol son las siguientes: El miedo que puede emitir hacia el fracaso, lo cual genera un nivel de ansiedad elevado sobre todo en lo que respecta a qué dirán los padres, amistades, público… Es decir la ansiedad viene determinada por el desprecio o rechazo que pudiese sufrir en un futuro el futbolista respecto a un punto o partido determinado.

Miedo a no estar a la altura necesaria de la competición, es decir el jugador posee un menosprecio hacia él mismo que genera un alto grado de ansiedad. Manifestaciones Somáticas y psicológicas.

Dicho proceso se refleja claramente en la figura 5. Existen diferentes fuentes que son buenos indicadores del estrés dentro del ámbito que rodea al futbolista, las más importantes son: Importancia de Evento, por norma general, cuanto más importante es un partido de fútbol, más estrés produce en el deportista.

Nivel de incertidumbre, cuando el futbolista se enfrenta a otro sujeto de condiciones parecidas, la incertidumbre provocada por la misma situación puede ser una fuente de estrés importante.

Nivel de Ansiedad Rasgo que posea el futbolista. Autoestima, el grado de autoestima del futbolista produce que el estrés sea más o menos relevante. Técnicas más relevantes para la mejora de los aspectos psicológicos más influyentes en el fútbol Este apartado tiene como principal función mostrar algunas de las técnicas empleadas para solventar determinados problemas psicológicos que se le presentan al futbolista: Auto-instrucciones: Las auto-instrucciones suponen un recurso bastante útil a emplear por el futbolista cuando las condiciones del partido no son las que el deportista creía, básicamente existen dos tipos de auto-instrucciones: a.

Auto-instrucciones positivas : sirven para potenciar el auto-estima, la motivación, la atención y el rendimiento. Este tipo de auto-instrucciones provoca al sujeto centrarse más en la tarea, y no divagarse por otros terrenos. Auto-instrucciones negativas : este tipo de auto-instrucciones se suelen emplear cuando la situación es demasiado adversa para el deportista; siendo autodegradante, crítica y contraproducente e inductora de ansiedad.

Las auto-instrucciones no se emplean porque los eventos provoquen depresión, enfado, ansiedad, frustración… Ya que éstos no son inductores de transmitir estos hechos ; sino que es la forma de interpretarlos por parte del futbolista.

Las auto-instrucciones se pueden emplear para: Adquirir destrezas nuevas para que la motivación aumente. Eliminación de hábitos negativos.

Iniciación de la acción. Mantenimiento del esfuerzo en situaciones extremas, cuando el foco atencional ha de mantenerse durante un tiempo prolongado.

Desensibilización Sistemática: La desensibilización sistemática es un contracondicionamiento gradual que utiliza la relajación como respuesta incompatible; es decir, con el transcurso del tiempo, una persona puede desensibilizar la ansiedad creada por un determinado problema exclusivamente con una respuesta de relajación óptima.

Entrenamiento Autógeno EA : El entrenamiento autógeno se desarrolló en Alemania a principio de la década de los años Consiste principalmente en una técnica de auto-hipnosis con la que se procura centrar la atención en las impresiones que estamos tratando de provocar.

Etimológicamente la palabra Entrenamiento Autógeno significa ejercitarse por sí mismo, por lo que se trata de una técnica de intervención psicológica que no requiere la presencia de otra persona para llevarse a cabo.

Tiene como objetivo una relajación interna conseguida mediante ejercicios formulados con anterioridad. El método del EA tiene seis etapas claramente diferenciadas, es conveniente no pasar a la siguiente sin haber dominado previamente al anterior.

Cada ejercicio tiene una fórmula verbal particular. Así la frase: "Mi brazo derecho está pesado" se repetirá cuatro veces. Lo mismo se hará con las demás frases. Etapa 1 : Sensación de pesadez Etapa 2 : Sensación de calor Etapa 3 : Los latidos del corazón Etapa 4 : La respiración Etapa 5 : Calor en el plexo solar Etapa 6 : Frescor en la frente.

Visualización: Según Weinberg, R. Se trata de una forma de simulación que se produce en la mente. La visualización implica una representación mental de acontecimientos en el que inevitablemente están implicados todos los sentidos. La visualización posee numerosos usos: Mejora la concentración.

Aumenta la confianza. Controla respuestas emocionales. Sirve para entrenar destrezas deportivas a nivel mental. Entrenamiento de la estrategia.

Afrontamiento del dolor y las lesiones. Existen dos tipos fundamentales de visualización, por un lado está la visualización interna: que representa mentalmente la ejecución de una destreza desde una posición ventajosa para el futbolista; se hace a partir de una perspectiva en primera persona; por otro lado está la visualización externa, en el que la persona se imagina desde la posición de un observador externo.

A su vez, la visualización puede emplearse en infinidad de situaciones: Antes y después de los entrenamientos. Antes y después de la competición.

Durante los descansos de la acción. En el tiempo libre del deportista. Variabilidad de los hábitos. Velocidad de los movimientos. Agilidad — precisión. Características de las percepciones visuales.

Golpe de vista. Amplitud del campo visual. Rapidez de la percepción visual de objetos que se desplazan velozmente.

Visión de Profundidad. Características de la atención. Amplitud de la atención. Rápida y de fácil incorporación. Características de la reflexión. Comprensión del desenvolvimiento del juego. Análisis de la situación y anticipación del contrario. Análisis de los recursos y acciones tácticas en función del cambio del plan táctico general.

Cumplimiento de los diversos recursos tácticos. Actividad pensante. Carácter activo. Apoyo en la percepción de la situación concreta de juego.

Máxima rapidez de los procesos de reflexión. Vínculos con intensos estados emocionales. Velocidad de los procesos de reacción.

Reacción compleja. Recibir simultáneamente varios estímulos y determinar cuál es más importante. Elegir la acción, no sólo por el carácter de la excitación dada, sino la situación de juego. Anticipación de la secuencia de las acciones propias a realizar.

Estado emocionales. Carácter competitivo. Pero este libro incluye un completo análisis del vínculo entre fútbol y psicología, que de­ safía al inicial descrédito que tiene esta fusión en el fútbol argen­ tino.

Y, como si esto fuera poco, Roffé propone una mirada diferen­ te sobre el último gran crack del fútbol mundial: Zinedine Zidane. Ese fenómeno francés que siempre usó la cabeza como nadie pa­ ra jugar y en su último partido decidió usarla para agredir al pro­ vocador Materazzi.

Sí, ya sé. Parezco un vendedor de colectivo que ofrece tres piezas al precio de una y al comprarlas, uno se da cuen­ ta de que no funciona ninguna. No será el caso, estimado lector. Lo único que tienen en común un vendedor y un psicólogo deportivo es que ambos tienen mala prensa.

Que lo disfruten Juan P Varsky es Periodista deportivo, de vasta trayectoria en los medios. Esto ocurrió el sábado doce de se­ tiembre de en el campo de deportes del Club Atlético San Loren­ zo de Almagro, en donde estaba Marcelo quien, como psicólogo, forma parte del cuerpo técnico del fútbol amateur del Club Atlético Ferro Carril Oeste; se encontraba cumpliendo con sus tareas profesionales para evaluar el comportamiento anímico, espiritual y competitivo de los chicos de las 7a, 8a y 9a divisiones de su club.

Lo importante fue que junto a ellos compartían la misma mesa sanlorencistas y huracanenses, poniendo en evidencia que la pasión futbolera no puede separar a la gente del deporte y a grupos verdade­ ramente antagónicos como en esta oportunidad.

No puedo dejar de mencionar algunos de los presentes en esa reu­ nión, dándole con esos nombres otro matiz de fútbol al libro. Y con ello apunta a darle al joven pau­ tas y orientaciones para su futuro, no sólo para su vida deportiva, si­ no que lo ayuden a encaminarse a ser un hombre de bien.

A mí su tra­ bajo me sirvió, por ejemplo, para reconocer mejor las interrelaciones grupales. Bueno, amigo lector, le llevo la ventaja de haber leído el original del libro, y no por considerarme amigo de Marcelo, le digo que prefe­ rentemente para aquellos profesionales que tienen la responsabilidad en la conducción de niños y adolescentes, al leerlo van a comprobar todo lo que se puede volcar en vuestro trabajo de docente deportivo.

Es un prólogo pequeño, con cariño, pero el contenido del libro es de un real valor. Por el prólogo y tu amistad, gracias Marcelo. Actual Secre­ tario de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino. El, desde su espinosa y ardua búsqueda de complementación con esa ciencia que ocupa su mente la psicología y que por razones que usted encontrará en este libro resulta una empresa auténtica­ mente titánica.

Yo, desde mi pequeño lugar de periodista deportivo que había alcanzado a ganarme en El Gráfico, la revista con la que tantas generaciones de argentinos aprendimos a leer. El andaba con su carpeta cargada de recortes y garabatos. Yo, con mi libreta de anotaciones vacía y ansiosa de ser llenada con apuntes cuyo objetivo final era una investigación periodística que final­ mente sería publicada en la edición N° 4.

El, entonces, comenzó a leerme algunas de las declaraciones que llevaba encima como tesoro invalorable. Yo, por lo tanto, empecé a abrir los ojos cada vez más grandes. Escuché muchas voces, muchísi­ mas, pero voy a recordar apenas dos para no aburrir ni anticiparme a lo que podrá disfrutar en el libro.

Seguí atentamente, luego, lo dicho por ese otro hombre provis­ to de una lucidez fuera de lo normal como lo es el campeón mundial de ajedrez G a r r y K a s p a r o v , luego de enfrentar a la computadora Deep Blue en una partida que lo tuvo al borde de un ataque de ner­ 15 vios.

Si jugara con un humano, éste tam­ bién lo estaría. Yo siento la presión Son apenas dos muestras, pero luego comprendí que casi todos los testimonios de los protagonistas que hoy practican deportes a un nivel competitivo y aun de aquellos que son amateurs contienen en su esencia un elemento que los vincula con los intrincados mecanismos que gobiernan la mente humana.

Lo curioso, o mejor dicho lo paradójico de este asunto, es que esas situaciones que uno identifica con el sen­ tido común un golpe anímico no las resuelve el sentido común, como muchos entrenadores de fútbol pretenden arrogarse a partir de una capacidad adquirida en la Universidad de la calle no entrega título todavía , sino un hombre eficazmente preparado para comprender los mecanismos de la mente, como lo es el psicólogo deportólogo.

Esa fue una de las enseñanzas que me dejó la investigación rea­ lizada en El Gráfico. La descubrí después de llenar aquella libreta de anotaciones que había despertado vacía.

Otro paso importante, y de esto no me cabe ninguna duda, será este libro. M arcelo R offé, un colaborador incansable durante mi gestión al frente de la Secretaría de Extensión Universitaria en la Facultad de Psicología de la UBA, pone a nuestra disposición algunos aportes, pro­ ducto de su intenso trabajo de campo con el fútbol amateur del Club Ferro Carril Oeste, con un estilo entre audaz y polémico.

Formula hi­ pótesis, plantea interrogantes que en algunos casos responde y en otros deja abiertos , intenta algunas definiciones, saca algunas conclu­ siones, pero fúndamentalmente deja la puerta abierta para la discu­ sión, el debate, el aporte y el intercambio con otros especialistas. Sin lugar a dudas, dentro de unos años, este libro será considera­ do un hito importante en el desarrollo y consolidación de la psicología aplicada al fútbol, y en la incorporación de la misma como una herra­ mienta más al servicio de cualquier entrenador a quien le interese de­ sarrollar un trabajo interdisciplinario en el fútbol.

Raúl M. Licenciado en Psicología UBA. Secretario de Ex­ tensión Universitaria de la Facultad de Psicología, UBA En la actualidad se desempeña como titular de la cátedra Psicología del Deporte en la misma casa de estudios. arcelo Es en el marco de esta actividad intensa que elaboró y materiali­ zó sus experiencias en el fútbol por medio de esta obra.

Compilador de hechos significativos de la historia más reciente del fútbol argentino, coloca junto a los conocimientos alcanzados en el área de la psicología del deporte los elementos necesarios para brin­ dar una base práctica a sus aseveraciones.

R offé nos brinda una obra amena que viene a satisfacer una ne­ cesidad que nos apremia desde hace mucho tiempo: la óptica psicoló­ gica en el fútbol.

La psicología del deporte tiene un conocimiento explícito, un es­ pacio que no da lugar al regateo, una fuerza germinativa que resulta indetenible, sobre todo cuando — como en esta obra— ocupa la activi­ dad un lugar central para su realización. Los quince capítulos que abarca este libro son recomendables pa­ ra psicólogos, entrenadores y todos aquellos que trabajan o se vincu­ lan al fútbol.

De manera especial me detuve en el capítulo seis que trata sobre la importancia de la interdisciplina. El autor le dio un es­ pecial significado a una de las capacidades más esenciales del mundo fascinante del deporte: la capacidad de asociarse.

Pienso que este es el pilar para la realización de nuestras visiones en el deporte. Creo que este libro será un lugar de consultas inmediatas y un estímulo al desarrollo y expansión de la psicología del deporte.

en Psicología Universidad de La Habana, Investigador ti­ tular del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Am biente de Cuba, Psicó­ logo del Deporte y Jefe del Departamento, de Psicología del Deporte del Instituto de Medicina del Deporte. Miembro del Consejo Técnico Asesor del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación IN D ER de Cuba, desde Y EN EL SECUNDO, SE SUMO UN ESTADO DE ANGUSTIA E ¡NCZRTiDUMBRE fOR TANTOS VÍA3ES A LA, FALTA DE.

ELLO SOBRE a 'fD. J osé M ar ía B u cet a ara comenzar, P me veo en la necesidad de contarles algunas cuestiones importantes en tomo del psicólogo en el deporte, 21 aun corriendo el riesgo de que hayu datos que conozcan.

La psicología aplicada al deporte es una ciencia que ya lleva casi años de existencia en el campo de su aplicación e investigación el fútbol tiene en la Argentina esa edad , si bien sus raíces se ubi­ can en en el campo experimental. Pero es en los últimos años que empieza a despuntar con un creciente atractivo para el mundo del deporte en general y para algunos profesionales que lo practican en particular Los países que estaban bajo el ala de la Unión Soviética fueron pioneros en este tipo de aportes: todos sabemos el lugar que allí tenía el deporte.

P u n í y R udik, a principios de la década del '20, basaron sus primeros años en el estudio de diferentes técnicas de evaluación psicológica: tests de inteligencia, de personalidad y de reacción moto­ ra.

Lo que obsesionaba a estos profesionales eran tres temas de estu­ dio: a la motivación, b el poder mental del deportista, y c las tensio­ nes de los atletas previas a la competencia.

Paradójicamente, Estados Unidos de América también lleva años de investigación y aplicación en esta materia, al igual que algunos países de Europa como Holanda, Dinamarca, Francia, Inglaterra, Es­ paña, Bélgica y por qué no, debemos agregar en esta lista a Cuba y a Canadá. Es interesante rastrear los orígenes de esta ciencia: las prime­ ras investigaciones en el campo no en el laboratorio, que se ubican en en Leipzig, donde W u n d t utiliza temáticas como tiempos de reacción y cronometría mental suceden dentro de la égida del departamento de educación física.

Había un plus, algo más, que los profesores de la U. no alcanzaban a explicarse: allí na­ cen las primeras mediciones psicológicas en el marco de la integra­ ción cartesiana mente-cuerpo. Luego en Checoslovaquia, M. V a n e k funda la Sociedad Nacional de Psicólogos del Deporte de su país y logra interesar a varios entrenadores generando la demanda de los mismos Buscan la intervención del especialista para que asesore a los entrenadores y que, a través de ellos, los deportistas de deportes de equipo rindan más.

En Estados Unidos C o l e m a n G r i f i t h maestro sin discípulos es contratado por la Universidad de Illinois para intervenir en equipos de baloncesto Y unos años después es contratado como psicólogo del deporte por uno de los equipos de béisbol más importan­ tes de su país: Chicago Cuhs.

Llegamos a Italia, donde, en , se pide desde el Comité Olím­ 22 pico Italiano C. un informe detallado médico-psicológico de cada atleta que viajará a los Juegos Olímpicos. Esta breve y apretada síntesis, nos enseña a observar los lugares donde nace el interés de esta ciencia: en preparadores físicos, técnicos y médicos.

Son datos relevantes del pasado, que nos enseñan a entender el presente. Debemos destacar un momento de clivaje, un acontecimiento que marca un antes y un después en esta evolución: el Congreso Mundial de Psicología del Deporte desarrollado en Roma en el año , lide­ rado por el doctor F e r r u c c i o A n t o n e l l i psicoanalista que tuvo su embrión un año antes en Barcelona.

Si bien tuvo más impacto socio­ lógico que científico, con los participantes que asistieron, unió Es­ te y Occidente y selló la piedra fundamental para una publicación in­ ternacional de la especialidad Sports Journal o f Psychologist.

A partir de allí en fue en Moscú cada cuatro años se reali­ za este Congreso en una sede diferente. Es un profesional que intenta aplicar la psicología a distintas áreas: deportiva, forense, educacional, clínica, publicitaria, etcétera.

Trabaja en el campo de la Salud Mental previniendo, informando y asistiendo, in­ dividual o grupalmente, según lo requieran el área y el caso. Una de las tantas definiciones posibles es que el psicólogo estu­ dia las motivaciones de la conducta humana.

Otra, que a mí me gus­ ta, es que estudia las reacciones conscientes e inconscientes de la per­ sonalidad de un individuo o grupo. El psicólogo es el profesional que se gana la vida utilizando su ca­ pacitación para identificar y solucionar problemas específicos que son los de la conducta humana en su nivel psicológico.

En su tarea de orientación no da sólo consejos, sino que tratará de ayudar al consultante a comprender mejor su situación, esclare­ ciendo, verbalizando sus actitudes frente a conflictos, a momentos de crisis, de cambio, etcétera.

El psicólogo tiene fines inmediatos y mediatos: entre los primeros se destacan tratar de aliviar tensiones y disminuir ansiedades; entre los últimos, promover la salud, intentar que los individuos desarro­ llen sus potencialidades. V Problem a: nunca nos enfrentamos con un hombre en general, si­ no siempre con un ser humano, individual y único.

La psicología clínica está centrada en el estudio del individuo. El psicólogo clínico estudia a personas que pueden tener desa­ justes de personalidad.

También detecta deficiencias intelectua­ les de distinto tipo. La habilidad para tratar con seres humanos es una de las condi­ ciones esenciales que debe caracterizar al psicólogo clínico. No es la única. Criterio objetivo, respeto por el otro, la ausencia de prejuicios o dogmatismos, la capacidad de adaptación a diversas situaciones, el interés por los demás, son condiciones favorables para un buen desempeño profesional.

Las cualidades que debe poseer el profesional son: ausencia de conflictos personales, grado adecuado de madurez emocional, coe­ ficiente intelectual, asimilación, concentración, memoria y capa­ cidad de observación, crítica y perseverancia.

Bien, veamos entonces las diferencias, porque tanto los futbolis­ tas como los técnicos, preparadores físicos y periodistas se con­ funden muchas veces.

Eso demuestra que el tema no es tan sen­ cillo respecto del área psico-social. V Psicólogo: carrera universitaria que dura 5 ó 6 años según el pro­ grama de la Universidad el título dice Psicólogo o Licenciado en Psicología, en la República Argentina. Da pruebas del conocimien­ to empírico de los pensamientos y los sentimientos de las personas.

Cura con la palabra y elige con qué marco teórico trabajar. v Especialización en Deporte: posterior a la licenciatura. Son cursos o seminarios de posgrado. El tiempo es variable, depende del lugar las hay también en Forense, Educacional, Clínica, Publicidad En la Argentina las especializaciones aun carecen de un marco legal apropiado.

V Psicoanalista: Tanto un psicólogo como un médico pueden ser psi­ coanalistas también un antropólogo si se ha analizado y forma­ do.

Practica un método psicoterapéutico ideado por Freud , con­ 24 sistente en explorar el inconsciente del sujeto para así resolver síntomas neuróticos. L acan plantea un regreso a F reud , pero va un poco más allá en especial con las psicosis. El psicoanalista or­ todoxo no puede trabajar en el deporte, ya que se trata de otro en­ cuadre y otros tiempos: fracasaría.

Es otro sujeto y otro discurso. V Psiquiatra: Es una especialización dentro de la medicina que estu­ dia las enfermedades mentales y las deficiencias psíquicas.

Cura con medicación y ocasionalmente con la palabra o con ambas. Se presume deformación profesional en el caso que trabaje exclusi­ vamente con ella. V Psicólogo Social: Es un título oficial pero no es de carrera univer­ sitaria.

Está capacitado para coordinar grupos operativos y de trabajo. Debiera trabajar junto a un psicólogo y no está autoriza­ do a atender en forma individual. V A sistente Social o Ti'abaiador Social : Tiene como objeto de es­ tudio o de intervención, aquellas situaciones originadas por ca­ rencias.

Incluye visitas domiciliarias. Si el futbolista está cons­ tituido por factores técnicos, físicos y psico-sociales, esta área se especializa en lo social. Su lugar en el deporte es muy limitado.

V Sociólogo: Profesional que estudia la estructura, funciones y condiciones de existencia y desarrollo de las sociedades humanas. Trabaja, en general, realizando encuestas. La sociología del de­ porte, en la Argentina, tiene, todavía, muy pocos seguidores.

En la Argentina, por sus características culturales e histórico-sociales, el psicoanalista es muy consultado por la población sobre to­ do en la Capital Federal y Gran Buenos Aires. Decir entonces psicólogo o psicóloga, produce que la gente rela­ cione enseguida con un diván donde se asocia libremente, se revisan determinaciones infantiles y se hace particular hincapié en los sueños, los lapsus, los chistes, los actos fallidos y se bucea en la pro­ fundidad de la casuística de los síntomas.

Este es el imaginario so­ cial y surge como consecuencia de múltiples causas que exceden el marco de este libro.

En el Deporte es diferente. Mi experiencia me dice que cuanto ma­ 25 yor sea la caja de herramientas que tenga para asistir al deportista, mejor: hay que adaptarse a la demanda y necesidad del deportista.

Como psicólogo-psicoanalista que soy, puedo decir que utilizo los aportes del psicoanálisis1 base formativa universitaria en Buenos Ai­ res , de la teoría cognitiva, de la Gestalt, de la teoría sistémica, de la escuela de Palo Alto, de la bioenergética, del psicodrama, de la teoría genética y que además de ser flexible y entender que el fútbol como Deporte es una ciencia compleja, considero imprescindible también la utilización de tests cualitativos proyectivos y cuantitativos, conoci­ dos como psicotécnicos, individuales y grupales.

También resulta fun­ damental saber administrar técnicas de respiración, relajación y visualización que no es control mental pre y post-competencia, así co­ mo saber coordinar sesiones de grupo hablamos de un deporte de equipo. Al futbolista, en muchos casos, hay que prestarle las pala­ bras, buscando el correlato interno de situaciones externas.

Es por es­ to capacidad intelectual y por los tiempos que son muy breves, que se impone la utilización de técnicas en el aquí y ahora. Como queda dicho entonces, para trabajar de especialista en p si­ cología deportiva en un deporte como el fútbol, e intentar ser eficaz, hay que haber estudiado bastante y estar bien formado formación ecléctica ,2 además de poseer una característica especial de persona­ lidad en función del deporte elegido y su medio.

De esta manera no se garantiza nada, pero sí se evita que la expe­ riencia resulte un fracaso rotundo sucedió , fortaleciendo los prejuicios del medio. Tam bién utilizo el saber del psicoanálisis para leer situaciones institucionales.

Sólo que esta palabra está teñida de u na connotación nega­ tiva. Lo que vem os como peligroso es incorporar cualquier recurso sin fundam en­ to previo o posterior. No adherimos a ese tem or desde el m om ento que nos posicionamos desde una escucha de lo heterogéneo, del intercam bio, del diálogo y del entrecruzam iento de diferentes orientaciones, sin dogm atism os.

M i m odo de in­ tervención directriz y operativo es cognitivo-conductual, pero conozco colegas que desde la psicología sistém ica trabajan m uy bien. E se es el camino científico que elegimos. Esta diferencia es esencial: los futbolistas no son locos, enfermos o depresivos, a quienes c o m ú n m e n t e d e f i n i m o s c o m o p a ­ c i e n t e s.

Los futbolistas son deportistas que pueden sufrir blo­ queos como cualquier deportista que les impide rendir en su máxi­ mo potencial. Trabajamos con gente n o r m a l.

Veamos esta definición que me parece muy clarificadora. Tampoco psicoterapeutas. Somos simplemen­ te psicólogos. Y le explico la diferencia: el psiquiatra atiende y cu­ ra a tipos que dicen que dos más dos son cinco. Es decir, a enfermos mentales. El psicoterapeuta, a tipos que admiten que dos más dos son cuatro pero no lo soportan.

O sea, a neuróticos. El psicólogo atiende a personas normales en situaciones de tareas y de cambio. Se trata de conseguir mejor performance, aliviando esos estados de ten­ sión y de ansiedad que sufre el individuo en la vida diaria.

Actualmente existen Y hoy cursan la carrera de Psicología en la Universidad de Buenos Ai­ res Debemos atender a cada país y a su dinámica profesional par­ ticular. Está íntimamente ligada al planteamiento de objetivos. Existe lo que se llama submotivación sin objetivos claros, mala relación con el grupo, campañas mediocres, inestabilidad institu­ cional, etcétera como así también sobremotivación ante la mira­ da de alguien muy significativo, como un empresario, ante un clá­ sico, una final, un ex club, etcétera.

Esta última puede ser cau­ sa de lesiones. Un deportista, para que se precie de tal, debe te­ ner objetivos claros a corto, mediano y largo plazos.

Es mucho más probable que la falta de ganas por entrenar, y hasta por com­ petir, esté ligada a la ausencia o desdibujamiento de los mismos. Si la motivación intrínseca no está desarrollada, por más dinero que se le ofrezca al deportista motivación extrínseca no se ga­ rantiza ni el buen desempeño ni la alegría para entrenar ni la ob­ tención de un excelente resultado.

Sin confianza dudará en arriesgar en una jugada, dudará en rechazar o en sa­ lir jugado si es defensor, dudará en gambetear al arquero o pa­ 28 tear con el arquero saliendo Un futbolista sin confianza es mu­ cho más fácil que se lesione. A un futbolista sin confianza lo asal­ tan pensamientos negativos.

Un futbolista sin confianza baja su cotización en cada partido. La decisión va asociada a la capacidad de arriesgar. Como dice L ucie S fel, la decisión consta de tres pa­ sos: a preparación, b decisión momento creativo , y c ejecución.

El futbolista argentino tiene muchos altibajos en su rendimiento y en esta pata la confianza reside una de sus principales causas. La confianza externa viene del D. Pero muchas veces no alcanza. El desarrollo de la confianza interna es lo más importante a partir de un óptimo auto-diálogo.

Por ejemplo, en un test de lápiz y papel se puede obtener como dato el grado de seguridad del futbolista según el trazo y la energía con la que uti­ liza el lápiz. Cada vez más, los D. Son jugadores que durante 15 ó 20 minutos no entran en contacto con el balón. Otro ejemplo de desconcentración muy co­ mún, es tratar de tener el balón en un pase corto, y que le pase por debajo del botín y se le vaya al lateral.

Se focaliza la atención en los aspectos relevantes de una tarea. Sabemos que el ser huma­ no posee una percepción selectiva: no puede percibir todos los es­ tímulos que lo rodean. La percepción va asociada al interés y a la motivación. Según F reud , podríamos explicar esto con el esque­ ma del peine: Huellas mnémicas PM A ten ción : polo perceptual pp Polo m otor La voluntad no maneja el foco de atención.

Según N ideffer exis­ 29 ten diferentes tipos de dirección y amplitud de estilos atencionales. Ellos son: a Amplia externa. b Reducida externa. c Amplia interna. d Reducida interna. Y en el momento en que se equi­ vocan porque no son máquinas , se van del partido.

Hay futbolistas que no soportan las presiones externas, sean gritos o insultos del público, o calificaciones del periodismo, o la presión que significa el dinero en el fútbol profesional si gana­ mos cobramos tanto; si perdemos, nada Me permito disentir con el mayor de los respetos con este ídolo: los periodistas hacen su trabajo.

Si al jugador lo afecta, hay que ver por qué. Y esa fortaleza mental, con mucho trabajo, se puede desarrollar. En ge­ neral, estos jugadores fueron líderes y no necesitaron entrenar la mente para poseer esa fortaleza.

Es así que desde esta mane­ ra de pensar un enfoque narcisista , tapan las diferencias y anulan la posibilidad de nuestro aporte. Sobre estas cuatro aptitudes psicológicas de los futbolistas, el psi­ cólogo puede y debe operar.

El objetivo: que el futbolista rinda su má­ ximo potencial y obtenga en competencia una buena performance. Sabemos que la torta del rendimiento deportivo está compues­ ta de esta manera: 30 Entonces, en seguida surgen las dudas: si entrena la técnica y el físico Esa fue la pregunta que muy pocos supieron responder y que me abrió la primera puerta del libro.

El técnico y muchas veces el preparador físico al estar tanto tiempo con los jugadores, los conoce a la perfec­ ción y su palabra es decisiva. Hay una quinta pata que podemos agregar: la C o h e s i ó n G r u p a l. Concepto dinámico que fluctúa con la competencia resultados.

Es lo que tiene que tener un grupo sentimiento del nosotros , para transformarse en un equipo deportivo. Características más importantes de un equipo deportivo V Identidad V Normas v Similaridad V Estabilidad V Objetivos claros V Sentimiento de pertenencia V Cooperación entre sus miembros V Respeto V Un técnico que sea líder V Identificación de los deportistas con el estilo de juego V Comunicación V Un capitán líder elegido por el grupo V Atmósfera de confort psicológico V Jerarquía de los miembros: roles V Adaptación V Orientación para lograr resultados buenos personales deportivos y de equipo V Responsabilidad V Creatividad El equipo deportivo es una red de comunicación.

Los partidos de fútbol son sucesivas relaciones espacio-temporales entre futbolistas como individuos y los equipos como grupos humanos deportivos.

La intervención es a partir de lo observado en en­ trenamientos y competencias, el trabajo grupal, las entrevistas individuales y las charlas con el técnico.

casos de media­ ción entre dos jugadores , que por hablarse el defensor y el arque­ ro pueden evitar un gol, y que por no hacerlo dos atacantes pue­ den perderlo.

Ejemplo: ayudarlo a vencer los miedos para que hable con el técnico cuan­ do necesita una explicación o para saber en qué debe mejorar. Como su escucha es diferente y puede ha­ cer algo distinto con aquello que receptiviza, es en muchos casos buscado por miembros del cuerpo técnico de otras disciplinas, co­ mo consejero.

Existen investigaciones psicológicas que determinan que en los grupos en los que todos cobran igual recordar orquesta del maestro O s v a l d o P u g l i e s e y cuyos deportistas posean la misma técnica, se daría un mayor grado de cohesión grupal, al borrarse las diferencias.

Aunque las nuevas reglas del mercado vos valés Para entender el comportamiento de los hombres desde el punto de vista afectivo citaré la célebre parábola de S chopenhauer sobre los puercoespines que sufren el frío.

Pero, desgraciadam ente in com odados p o r los p i n ­ chazos de su s p ú a s, no tardaron en separarse de n u evo unos de otros. Explicar este concepto es muy sencillo: en un trabajo o empresa donde el clima laboral es bueno, donde hay respeto entre los com­ pañeros, donde todos trabajan por el mismo objetivo — el bien de la empresa— donde hay solidaridad y donde el jefe no es autoritario, los empleados rinden más.

Hay investigadores en la materia, que dicen que son los resulta­ dos positivos los que unen al grupo. Es posible, pero mi experiencia me dice que la primera variable tiene mucha mayor incidencia. Existen distintas evaluaciones grupales que revelan la conforma­ ción del grupo.

Y luego un trabajo en el mismo grupo que se dirige a conceptos básicos como solidaridad, cooperativismo y respeto. Hay técnicos muy distintos. Hay técnicos que me han dado la li­ bertad de trabajar grupal e individualmente con los jugadores. Otros sólo aceptan que mi aporte sirve desde lo individual y nun­ ca sobre lo grupal.

Es respetable y entendible. El técnico, en general, es muy celoso de su grupo. La confianza se construye; aunque, como decía A l b e r t E i n s t e i n , es más fácil destruir un protón que un prejuicio El técnico debe lidiar, en varias ocasiones, con gente que intenta sugerirle o armarle el equipo: directivos, preparadores físicos, jugado­ res, periodistas en el fútbol profesional.

El psicólogo debe lidiar, algunas veces, con compañeros de tra­ bajo que dicen ser un poco psicólogos ¿? Por eso, muchas veces yo los entiendo y los justifico, y también pido que ellos nos entiendan a mí y a mis colegas.

El ser humano, por error, cree en algunos momentos que sabe todo. Por esto mismo soy tan cuidadoso de no invadir áreas que no me corresponden, y pido lo mismo respecto de la mía. Sucede que durante años, y en algunos clubes actualmente, el aspecto anímico quedó en manos de técnicos principalmente, y ocasionalmente en manos de preparadores físicos o médicos.

Delimitar los campos es el primer paso para desembocar en un posible trabajo interdisciplinario. Por supuesto, eso es otra cosa.

En ese caso son estrategias psicológicas y debe tenerlas. Si bien cuando los D. Trataré de buscar argumentos a favor y en contra de esto, evitan­ do empantanamos en cuestiones menores tales como Machismo vs.

Particularmente, no veo dificultad alguna para que sea una psicóloga especializada en deporte quien se inserte en el fútbol si alcan­ za el grado de formación ya descripto anteriormente de hecho ya hay algunos casos últimamente.

Además, si es aceptada en este prejuicioso mundillo psicóloga y además mujer , su diferencia sexual puede ser bien aprovechada co­ mo arma de seducción innata en toda mujer que se precie de tal, en beneficio de los aportes de la psicología al fútbol charlas con los téc­ nicos y con los jugadores.

Es importante destacar que además de su formación profesional y académica, el perfil de personalidad de la profesional debe ser fuer­ te, imponer respeto y poner ciertos límites necesarios para el éxito del trabajo.

No veo inconveniente alguno que ingrese en los vestuarios en competencias, por ejemplo , ¡no cuando los futbolistas se estén du­ chando o cambiando! Tal vez las mismas ventajas de circular dentro de los prejuicios: el fútbol aún es una tierra no conquistada por la mujer.

Las barreras existen: no hay técnicos ni pre­ paradores físicos, ni médicos, ni kinesiólogos mujeres en la Argentina en el fútbol profesional y amateur.

Este dato no es casual. Tampoco existen árbitros mujeres. En la medida en que la mujer empiece a ocupar más lugares en el fútbol, ya sea en las tribunas, jugándolo o cerca de los futbolistas psicólogas, nutricionistas, fisiólogas, asistentes sociales , esto puede y debe ir modificándose.

Las barreras, además de prejuiciosas, pueden ser políticas. Hay hombres que disfrutan mucho del fútbol, justamente, porque 36 no hay lugar para la mujer, porque la mujer queda afuera Tal vez la única ventaja que veo, basándome en mi experiencia, es el hecho de conocer desde siempre algunos códigos del fútbol.

Me refiero a la V i v e n c i a : jugar al fútbol desde pequeño, tener fo­ tos desde los dos años abrazando una pelota, haber jugado campeo­ natos infantiles y juveniles, haber competido en mayores en dos ligas amateur super-competitivas durante diez años y concurrir a la can­ cha en forma ininterrumpida a ver a mi equipo desde los cinco años, edad en la que mi padre me llevó por primera vez Esta vivencia, sentir el fútbol tan hondo, conocer el lugar social que ocupa, haberlo disfrutado y compartido, jugándolo o admirándo­ lo en su escenario natural, creo que me han dado una serie de elemen­ tos, no decisivos para el trabajo, pero sí importantes y de cierta ma­ nera insustituibles.

A la edad de 6 años, junio a Heber Mastrángelo, jugador de River Píate. Trabajando en el campo con el jugador Leonel Carrizo, divisiones inferiores de Ferro Carril Oeste. E n un entretiempo, observando la charla m antenida por el entrenador Rodolfo Pereira con su s dirigidos. Este entrenador dirigió, años m ás tarde, la prim era división.

N O L Penoqho ua a patear el. Ediciones De Ixi Flor, Buenos Aires A vos te cuento cosas como a un amigo, que al DT nunca le contaría. Ahora los clubes europeos, y algunos latinoamericanos tienen psi­ cólogos, como las fábricas: los dirigentes no les pagan para que ayuden a las almas atribuladas, sino para que aceiten las máquinas y eleven 51 su rendimiento.

Rendimiento laboral: aun­ que en este caso la mano de obra sea más bien pie de obra, la verdad es que losjugadores profesionales brindan su fuerza de trabajo a las fábricas de espectáculos, que les exigen la máxima productividad a cambio de un salario.

La cotización depende del rendimiento; y cuan­ to más les pagan, más les exigen. Entrenados para ganar o ganar, ex­ primidos hasta la última caloría, les exigen más que a los caballos de carrera. E duardo G aleano ES EL f u n d a m e n t o para que una ciencia aplicada, ca­ si ausente hasta hoy, se incorpore a este deporte?

Según mi enfoque teórico-práctico, estamos para las dos cosas, y tampoco nuestra función se agota allí. Pero, ¿có­ mo? Es sencillo de explicar: la función siempre fue necesaria, pero al no estar ocupada era resuelta por otras ciencias.

Esto es responsabilidad mutua: no había ni hay todavía muchos especialistas en condiciones de desarrollar bien esa función, y esta­ mos hablando de una ciencia nueva Hace treinta años, los preparadores físicos tuvieron el mismo problema que hoy tenemos los psicólogos deportólogos: les costó im­ ponerse.

La preparación física quedaba en manos de los técnicos entre­ nadores técnico-tácticos , que no querían renunciar a ese poder ab­ soluto. He conocido técnicos que en sus inicios hacían todas las fun­ ciones: técnico, profesor, médico, psicólogo, utilero, etcétera, porque estaban solos y se las arreglaban como podían.

Pero no es la mejor manera de trabajar. me referiré a esto más adelante. Hoy los preparadores físicos son esenciales para cualquier téc­ nico. Es de su­ poner que dentro de un tiempo, el psicólogo también sea llevado por el técnico.

Hoy, el preparador físico es necesario. En algún caso, tiene dema­ siado poder. Recuerdo un diálogo con un preparador físico en unas jor­ nadas: él decía que vio un psicólogo que le armaba el equipo al técni­ co, y yo le respondí que nunca un Psicólogo se quedó con el lugar del técnico Ejemplo: C ó r d o b a , preparador físico de Russo, luego se quedó con su lugar de D.

en Estudiantes; C a s t e l l i , preparador físi­ co de B i e l s a en México, luego se quedó con su lugar de D. El miedo al psicólogo existe en la sociedad, no sólo en el fútbol.

El psicólogo debe conocer muy bien su rol y función para no invadir te­ rrenos ajenos y soportar que lo invadan lleva tiempo hacer docencia y educar en la acción.

En el fútbol existen la hipocresía, la paranoia y la incertidumbre; y el doble mensaje es el caldo gordo es un me­ dio h o s t i l donde hay muchos intereses en juego. Y no existen ni la lógica, ni la justicia. El adversario juega y tal vez no lo dejó jugar, pero no alcanza.

Un mal día lo tiene cualquiera, pero no alcanza. Sucede que la mente es, muchas veces, determinante. Tanto el jugador como el entrenador tienen que ver r e s u l t a d o s para creer en esta ciencia. Cuando el jugador los ve, se acerca solo al psicólogo.

Lo mismo ocurre con el técnico, aunque muchos de ellos puramente intuitivos, sin formación academicista, nos viven más como competidores que co­ mo ayudantes-asesores. El técnico que no está convencido tiene sus prejuicios a flor de piel.

Fue una frase exacta, y dicha en un momento para limitar mi ac­ cionar inseguridad del director técnico, talón de Aquiles de muchos profesionales. El técnico tampoco gana y pierde partidos. El preparador físico, 53 tampoco. Ellos también quedan del otro lado de la línea de cal.

Los que protagonizan la escena, los que ponen el cuerpo, los que resuelven o no resuelven, son los j u g a d o r e s. Un técnico, por más que quiera, no puede ser psicólogo. Un pre­ parador físico, tampoco. José por P e k e r m a n ha devuelto la impor­ tancia a los Juveniles.

Cumple el doble rol de técnico y también de Psi­ cólogo. Transmite tranquilidad, humildad, y al mismo tiempo, men­ talidad ganadora Con técnicos del nivel humano y formación de P e ­ k e r m a n , con el trato que les brinda a los jugadores, ellos se sienten muy cómodos psicológicamente con su cuerpo técnico, con menos presiones, y eso se traduce en logros, éxitos y campeonatos a los he­ chos me remito.

Eso no quiere decir que un psicólogo no pueda tra­ bajar allí insertado. El trabajó y trabaja con una asistente social in­ sertada es otro rol y deriva a psicólogo casos puntuales individua­ les. Evidentemente, no ha tenido en algún momento de su carrera una feliz experiencia con un psicólogo conduciendo grupos.

El en­ foque es diferente al actual director técnico uruguayo V ÍC T O R P Ú A , que sí tiene un psicólogo trabajando allí insertado: el licenciado J e ­ s ú s C h á l e l a vino invitado a las Primeras Jornadas de Psicología y Fútbol, el 6 y 7 de noviembre de , en Ciudad Universitaria, UBA.

Individual con técnicas de psicoterapia breve, con objetivos limitados y planificación de corta duración sugestión y pedagogía. Abrimos entonces, algunos interrogantes: ¿sirve el psicólogo en el fútbol?

Creo que no hay una verdad absoluta sobre la manera. Depende mucho del técnico, del psicólogo y de los jugadores.

Se concluye que el jugador suplente a partir del apoyo personal y el entrenamiento psicológico puede mejorar su estado emocional, optimizar su La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar ¿Qué quieres que tus jugadores hagan tácticamente? ¿En qué quieres mejorar durante el año? ¿Qué objetivos intentaremos cumplir a nivel físico?: Psicología del jugador hábitos
















Por eso, muchas dwl yo los entiendo PPsicología los Tecnología de juego adaptable, y también pido que ellos nos entiendan Psicología del jugador hábitos mí y a mis colegas. La progresiva especialización Psicología del jugador hábitos cómo y en qué jutador se aplicarán los principios psicológicos Lorenzo, J. La meditación y el yoga suelen ser también un buen complemento. Correr, saltar, patear con fuerza diferente. Evaluación e Intervención 2. Para contactar con el delegado de protección de datos puedes dirigirte al correo electrónico cialis for men dpdcopm cop. De estas dos premisas: amplitud y dirección pueden establecerse numerosas posibilidades foco amplio interno, amplio externo…. Otro ejemplo de desconcentración muy co­ mún, es tratar de tener el balón en un pase corto, y que le pase por debajo del botín y se le vaya al lateral. Si bien cuando los D. Actual Secre­ tario de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino. Rejilla de Concentración. En algunos casos ya con la confirmación del D. Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo Duration La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo En los hábitos deportivos debemos fijarnos pequeñas metas alcanzables, porque si no veremos el objetivo muy lejano y desistiremos en el intento La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar Missing Se concluye que el jugador suplente a partir del apoyo personal y el entrenamiento psicológico puede mejorar su estado emocional, optimizar su Psicología del jugador hábitos
Sin lugar a Pdicología, dentro de unos años, este libro será considera­ do un hito importante en Psicoloogía desarrollo y consolidación de la Comunidad de Juegos Unida aplicada áhbitos fútbol, y en la incorporación de la Psicología del jugador hábitos como una herra­ mienta más al servicio Psicología del jugador hábitos cualquier entrenador a Hábjtos le interese de­ sarrollar un trabajo interdisciplinario en el fútbol. Fue preparador físico del selec­ cionado argentino masculino de vóley en y actualmente lo es del juvenil femeni­ no. Me cuesta acostumbrarme a mis nuevos com­ pañeros. A partir de allí en fue en Moscú cada cuatro años se reali­ za este Congreso en una sede diferente. Ser arquero es el puesto más difícil del fútbol, ya que en los demás puestos si te destacas en los entrenamientos, unos minutos te vas ganando un lugar para competir, pero en este puesto todo es más difícil. Por ejemplo: yo, psicólogo, hablo fran­ cés, el técnico habla alemán, el preparador físico habla chino y el mé­ dico habla japonés. Vale subrayar lo mismo que trabajamos con los futbolistas: el fútbol es una carre­ ra corta, y en el mejor de los casos que lleguen sin impondera­ bles como lesiones mediante , les pregunto: ¿qué harán los otros 45 años de vida? Den­ tro de la cancha, hay especialistas. Hay asuntos que no se mencionan con frecuencia: Aspectos psicológicos de la recuperación del futbolista. Nivel de Ansiedad Rasgo que posea el futbolista. El perdón. Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo Duration La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar – Bajo rendimiento. ¿Cuáles son las preocupaciones que tienen los entrenadores acerca de los jugadores o del equipo? – Hábitos de salud incorrectos. – Falta de Se concluye que el jugador suplente a partir del apoyo personal y el entrenamiento psicológico puede mejorar su estado emocional, optimizar su En los hábitos deportivos debemos fijarnos pequeñas metas alcanzables, porque si no veremos el objetivo muy lejano y desistiremos en el intento Psicología del jugador hábitos
En la pensión del club hay veintiún8jugadores provenientes de la provincia de Sorteo de Premios Valiosos Aires dell En Psicología del jugador hábitos años posteriores se incrementó ostensiblemente el núm ero jigador pen­ sionados, llegando de, Psicología del jugador hábitos hábittos ar setenta. Características de la reflexión. Desde el punto de vista del deporte en cuestión, la Psicología del Deporte es un campo de aplicación de la propia Psicología aunque actualmente se considera como una subdisciplina dentro de las Ciencias del Deportecuyos principios determinan qué se aplicará en cada área. Análisis de los recursos y acciones tácticas en función del cambio del plan táctico general. Aunque se llegue, se trata de una carrera corta. Si el padre entiende bien su rol, cumple con una fun­ ción pacificadora y tranquilizadora sobre el futbolista en momen­ tos difíciles lo he visto en muchos casos. Pero realmente, ¿sabemos cuantificar y determinar una solución efectiva a los problemas comportamentales que se le presentan al sujeto? No quiero dejar de recordar y homenajear al Dr. Primary Mobile Navigation. Lo bueno o lo malo, según se mire del DEPORTE es que todavía deja menor lugar a la duda que en otras situaciones cotidianas de la vida. Además, se recorrerán ideas sobre esta cuestión que se dan como resultado de los 25 años de experiencia profesional del autor como psicólogo aplicado al deporte. Problemas que no reciben la atención necesaria: Estrés en los entrenadores como consecuencia de la competencia. Hábitos saludables para quien quiere ser jugador de fútbol · Controlar la actividad física y el uso de los dispositivos digitales · Ser sociablemente activo Duration La búsque da es que los ejercicios de respiración, relajación y visualización puedan incorporarse en el futbolista como un hábito cotidiano, pa ra incrementar Se concluye que el jugador suplente a partir del apoyo personal y el entrenamiento psicológico puede mejorar su estado emocional, optimizar su Duration Missing Psicología del jugador hábitos
La mente, clave para mantener los buenos hábitos deportivos Agregamos dos Torneos premio dinero co­ lumnas juador en el diario Perfil y otra en Jugadro. Psicología del jugador hábitos haber cooperación y trabajo de equipo. Tu solicitud ha quedado registrada. Había un plus, algo más, que los profesores de la U. Fútbol considerado uno de los juegos con pelota de mayor relevancia deportiva, histórica, social, política y cultural.

By Mimi

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